La Cali que soñamos

Ayer fue un día lleno de regalos y sorpresas. La más grata de todas fue darnos cuenta que los caleños somos esa inmensa mayoría de personas, quienes hemos afrontado quizá uno de los episodios más violentos de la historia del país y sin lugar a dudas hemos sobrevivido a ello con coraje, tesón y gallardía. Nuestra ciudad: Cali, es una mezcla de hechos históricos y vicisitudes, una muestra fiel de la historia del país: convulsa, contradictoria y ambigua, pero en medio de todo un testimonio de amor y resiliencia.

Ayer logramos ver el modo por el cual el río nos conecta, nos comunica, invita a unir esfuerzos por nuestra ciudad. Pese a las aterradoras cifras de la pandemia: 60.000 empleos afectaos en las industrias culturales; un incremento del desempleo en aproximadamente 10 puntos y un incremento en las cifras de violencia, el día de ayer la ciudadanía atendió nuestro llamado y se cumplió el objetivo: limpiar la ribera de nuestro río Cali y ofrecer un espacio comercial a las empresas que tanto lo necesitan. Iniciamos el enlucimiento de las pérgolas del río en colaboración con el Zoológico de Cali.

Habríamos querido ser 100 o 200 personas haciendo actos de amor por nuestra ciudad. Fuimos aproximadamente 30 personas todos unidos trabajando por la ciudad que nos vio nacer: ese pedazo de sueño bañado por un río nos conecta al sonar Cali pachanguero. Nuestros amigos del Hotel Obelisco, fueron un apoyo fundamental, Mónica Sanchez dejó el alma en la actividad. Colaboramos con los habitantes de calle para mejorar al menos en una mínima porción su calidad de vida. Sabiendo que la ciudad no los ha abandonado, el hotel Torre de Cali, Dann, Faranda, Miracali antojitos Vallunos, Juan a la diabla, Colectivo de transformadores conscientes, plástico infinito, ecoplásticos, Arte al parque, Julián Aguayo, el Banco de alimentos, Dolly tours, Moises Sandoval y su esposa Maria del Carmen, Wikimanes y el monito Sarasti, Juanito Campo, Paola Arenas, rutas de vida, 100 en un día, Julián Franco, María Silva Serna , todos caleños con el corazón latiendo fuertemente en nuestro pecho, con los sueños intactos y la plena convicción. Sí o sí, sacamos esta ciudad adelante, a pesar de los enormes desafíos: la falta de coordinación del sector público.

Cabe mencionar que esta fue una acción ciudadana veraz, contundente, honesta, efectiva. Frente a la realidad de un país dividido políticamente, los ciudadanos nos unimos en la verdad. El amor a nuestros ríos, a nuestra ciudad y a nuestra realidad resultante de las acciones que hacemos o dejamos de hacer ayer las realizamos y ratificamos que los buenos somos más. Hoy me levanté motivado, rejuvenecido y entusiasmado de pensar que somos muchos buscando la paz de Colombia y tan pocos quienes la impiden.

¡Hoy es un día para celebrar!

Felipe Velásquez

Arquitecto

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